En los últimos meses, la empresa de telecomunicaciones
Tigo ha experimentado un aumento significativo del robo de cables de fibra
óptica, lo que ha generado interrupciones en sus servicios de internet. A pesar
de que la infraestructura de fibra óptica de Tigo no contiene cobre, estos
actos delictivos han impactado la calidad y continuidad de la conexión de aproximadamente
400.000 usuarios en todo el país.
Recientemente, la Cámara de Telecomunicaciones de Bolivia
(CATELBO) denunció que, junto con los robos de cables de cobre para su venta en
el mercado negro, se han incrementado los cortes de fibra óptica que afectan
gravemente a empresas de telecomunicaciones y usuarios finales.
María Laura Mendoza, gerente de Comunicación
Institucional y ESG de Tigo manifestó que el incremento del robo de cables de
fibra óptica en los últimos meses está afectando considerablemente la calidad y
continuidad de los servicios de la empresa telefónica y, por ende, la
experiencia de sus usuarios en el país. “Estamos trabajando arduamente para
reforzar nuestras medidas de seguridad y minimizar el impacto de estos
incidentes, y agradecemos el apoyo de la comunidad para reportar cualquier
actividad sospechosa que observe en su zona”, destacó.
Para hacer frente a esta problemática, Tigo ha
implementado medidas de seguridad reforzadas, como el cambio de rutas de cable
y la inversión en infraestructura adicional en zonas críticas. Además, cuenta
con la colaboración de la Fiscalía y la Policía Nacional que están reforzando
su trabajo para identificar y procesar a los responsables de estos robos,
algunos de los cuales han sido detenidos y sentenciados por "Atentado
contra la Provisión de Servicios Públicos."
Adicionalmente, Tigo habilitó el número de teléfono
gratuito 800-17-0004 para que la población pueda hacer las denuncias de casos
sospechosos y contribuir a reducir los efectos de estos incidentes.
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