El Notre Dame Club de Bolivia, en colaboración con la Universidad Privada Boliviana (UPB), organizó ayer la Hesburgh Lecture en la ciudad de La Paz, con la participación de la profesora Laura Gamboa, PhD, especialista en democracia y asuntos globales de la Universidad de Notre Dame.
En su conferencia titulada “Estado de la Democracia en América Latina: Avances, Retrocesos y Pendientes”, Gamboa abordó los principales desafíos y logros de los sistemas democráticos en la región, en la que resaltó, si bien América Latina logró consolidar procesos democráticos comparativamente estables desde los años 90, los países aún enfrentan problemas de estancamiento, desigualdad y debilidad institucional.
Durante su exposición, la académica destacó que, si bien se superó los golpes de Estado sangrientos y las dictaduras prolongadas que marcaron la historia de la región, muchas democracias siguen siendo vulnerables. Subrayó que factores como la corrupción, la violencia y la desigualdad limitaron la consolidación de sistemas democráticos de alta calidad, mientras que la crisis de representación política generó desconfianza en las instituciones y un aumento del populismo como respuesta a las demandas sociales no atendidas.
“Ya no vivimos los golpes de Estado sangrientos ni las dictaduras personalistas de décadas pasadas. Esos fenómenos no existen, pero también se ve que, desde el año 2000, la democracia está estancada: ni sube ni baja, o quizá baja un poquito. La pregunta que quiero plantear hoy es: ¿por qué estamos estancados? Para hablar de eso, primero les doy mi definición de democracia. Para mí, la democracia es un sistema en el que las autoridades se eligen mediante elecciones competitivas, libres y justas. Esto significa que los electores no solo podemos escoger quién nos gobierna, sino también despedir a quienes no lo hacen bien”, afirmó durante su exposición.
En ese sentido, citó que la democracia requiere elecciones libres y justas, sufragio universal, ausencia de autoridades tutelares, libertades civiles y políticas mínimas, y un campo electoral equilibrado. Asimismo, subrayó que la oposición juega un papel clave al utilizar estrategias institucionales moderadas para fortalecer la resiliencia democrática frente a líderes populistas que amenazan con erosionar las instituciones.
La democracia en algunos países
Entre los ejemplos analizados, Gamboa comparó la experiencia de Venezuela y Colombia, mostrando cómo la oposición colombiana logró frenar avances populistas mediante obstrucción legislativa y estrategias institucionales, mientras que, en Venezuela, la falta de coordinación y estrategias efectivas facilitó el fortalecimiento del poder de Hugo Chávez, pese a mantener una apariencia democrática.
“En América Latina hoy tenemos un pequeño grupo de países autoritarios, entre ellos: Haití, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Democracias de alta calidad que se han mantenido estables como Costa Rica, Uruguay, Chile. Un gran grupo en la mitad: Brasil, Panamá, Argentina y, en cierta medida, Colombia, que han mejorado con altibajos; y otros menos democráticos como Ecuador, Perú, Guatemala, Paraguay, Bolivia y Honduras, con rupturas o democracias no consolidadas”, consideró.
Ante ello, afirmó que las preguntas claves que se deben plantear son: ¿por qué tenemos democracias tan vulnerables y de baja calidad?; ¿por qué algunas se convierten en autoritarismos competitivos y otras no?, y ¿cómo romper ese ciclo?
Para Gamboa, cuando uno pregunta por qué las democracias son vulnerables, la gente suele responder: “Por la corrupción”. “Es cierto: las democracias de alta calidad suelen tener menos corrupción, y las de baja calidad o autoritarismos competitivos tienen más”.
Complementó que otro factor clave es la desigualdad: América Latina es la región más desigual del mundo. El 10% más rico controla cerca del 40% de la riqueza; el 50% más pobre, apenas el 20%. Esto tiene consecuencias graves en educación, salud y corrupción.
La exposición contó con la presencia del historiador Robert Brockman y el experto Gonzalo Mendieta, y permitió un espacio de diálogo con el público, reforzando la misión de las Hesburgh Lectures de promover la reflexión académica y la educación continua.
El Notre Dame Club de Bolivia, al organizar este tipo de conferencias, busca fortalecer la comunidad de exalumnos, estudiantes, familias y amigos de la Universidad de Notre Dame en el país, fomentando el intercambio de conocimientos y la conexión con temas de relevancia internacional.
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